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¿Un LÍDER ESPIRITUAL?

Gabriel Avruj y Pablo de la Iglesia, junto a René Mey (parado)
En alusión al libro "Liderazgo Espiritual" que escribiera junto a Gabriel Avruj, alguien me preguntó "como se comportaría un político o un empresario espiritual".

Las buenas preguntas me las vuelvo a hacer una y otra vez, porque son el secreto de las buenas respuestas.

Y realmente hay una idea prejuiciosa sobre el hecho que un líder espiritual tiene que ser "bueno"; en realidad una persona "buena" puede estar actuando en base a prejuicios y comportamientos aprendidos.

Ser "bueno" en un contexto puede ser "irresponsable", "diabólico" o "indiferente" en otro. Si ustedes me invitaran a comer pasta, por dar un ejemplo medio tonto, y yo las tomara con la mano y eructara bien fuerte después de comer, dirían que soy un cerdo; con un amigo árabe tan solo una norma de cortesía. Si yo tuviera una apasionada aventura con la mujer de algún amigo, a mi mujer capaz que no le gustaría nada y se me armaría la gorda con el muchacho; si fuéramos suecos capaz que ni se nos dilata la pupila y nos vamos a comer pizza los cuatro.

Y con la realidad dinámica que nos toca vivir, pasa lo mismo y nuestras respuestas, para integrarse adecuadamente a la realidad, deben ir cambiando. ¡Hasta instituciones rígidamente dogmáticas como la Iglesia se plantean algunos cambios de vez en cuando! Lo que fué bueno en un tiempo y dió frutos, puede ahora ser contraproducente y generar sufrimiento.

Un líder espiritual, en el sentido que acostumbro a usarlo, no es ni bueno ni malo, eso es una etiqueta para los que necesitan aferrarse a la seguridad de una existencia muerta. Y un líder espiritual está vivo, fluye, es impredecible, responde a los acontecimientos de muchas maneras posibles pero siempre desde el corazón... porque ahí yace la Inteligencia Cósmica que supera nuestro entendimiento pero nos coloca en el lugar adecuado para que la sinfonía universal siga sonando con la nota correcta.

Probablemente, muchas veces no entendamos racionalmente lo que hacemos, pero el rumbo está señalado por la satisfacción y la paz interna que deja hacer lo correcto... Entiéndase, no lo que dice el libreto, sino lo que ordena el corazón. ¡Y por eso hay que ser muy valiente y tener una gran confianza en esa voz que late allí para despertar al líder espiritual que todos llevamos dentro!

¡Hacia adentro amigos! La historia es personal, el escenario es diferente para cada uno. Reconozcan a los líderes espirituales y agradezcan a la vida que estén allí, ellos no necesariamente tienen un plan pero saben lo que tienen que hacer para servir al Plan del Universo, ellos nos iluminan aunque su película sea contradictoria con la nuestra.

Aprender a reconocerlos es un maravilloso ejercicio, porque cuando lo hagamos estaremos descubriendo nuestra propia sinfonía. Habremos sintonizado con la frecuencia donde ya no es necesario saber el guión para salir confiados al escenario y representar el papel que nos será dado recién justo en ese momento.

¡Un líder espiritual se deja utilizar por la divinidad sin preguntar porqué! ¡Y eso es dicha, liberación, éxtasis!

La batalla de unos es tan necesaria como la oración de otros. Alguien va a sembrar para que otro coseche. Otros van a destruir para que aquellos puedan construir. No perdamos nuestro tiempo juzgando si lo que el otro hace es "elevado" o "responde a la vieja energía", todo eso son pamplinas que satisfacen al pequeño ego... ¡Destrúyanlo sin piedad si creen que es la hora de fundirse en la Suprema Inteligencia del Universo y vean como la creación fluye sin que nosotros hagamos nada!

Liderazgo Espiritual es hacer lo correcto, es actuar con integridad buscando la referencia interna, es vivir en ausencia de especulación.

Liderazgo Espiritual, no es un aprendizaje, ni una creencia, ni una nueva verdad a la que aferrarnos, es una manifestación poderosa de la INTELIGENCIA pura.

¡Qué todos los seres amanezcan despiertos!

Pablo de la Iglesia