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¿Un LÍDER ESPIRITUAL?

Gabriel Avruj y Pablo de la Iglesia, junto a René Mey (parado)
En alusión al libro "Liderazgo Espiritual" que escribiera junto a Gabriel Avruj, alguien me preguntó "como se comportaría un político o un empresario espiritual".

Las buenas preguntas me las vuelvo a hacer una y otra vez, porque son el secreto de las buenas respuestas.

Y realmente hay una idea prejuiciosa sobre el hecho que un líder espiritual tiene que ser "bueno"; en realidad una persona "buena" puede estar actuando en base a prejuicios y comportamientos aprendidos.

Ser "bueno" en un contexto puede ser "irresponsable", "diabólico" o "indiferente" en otro. Si ustedes me invitaran a comer pasta, por dar un ejemplo medio tonto, y yo las tomara con la mano y eructara bien fuerte después de comer, dirían que soy un cerdo; con un amigo árabe tan solo una norma de cortesía. Si yo tuviera una apasionada aventura con la mujer de algún amigo, a mi mujer capaz que no le gustaría nada y se me armaría la gorda con el muchacho; si fuéramos suecos capaz que ni se nos dilata la pupila y nos vamos a comer pizza los cuatro.

Y con la realidad dinámica que nos toca vivir, pasa lo mismo y nuestras respuestas, para integrarse adecuadamente a la realidad, deben ir cambiando. ¡Hasta instituciones rígidamente dogmáticas como la Iglesia se plantean algunos cambios de vez en cuando! Lo que fué bueno en un tiempo y dió frutos, puede ahora ser contraproducente y generar sufrimiento.

Un líder espiritual, en el sentido que acostumbro a usarlo, no es ni bueno ni malo, eso es una etiqueta para los que necesitan aferrarse a la seguridad de una existencia muerta. Y un líder espiritual está vivo, fluye, es impredecible, responde a los acontecimientos de muchas maneras posibles pero siempre desde el corazón... porque ahí yace la Inteligencia Cósmica que supera nuestro entendimiento pero nos coloca en el lugar adecuado para que la sinfonía universal siga sonando con la nota correcta.

Probablemente, muchas veces no entendamos racionalmente lo que hacemos, pero el rumbo está señalado por la satisfacción y la paz interna que deja hacer lo correcto... Entiéndase, no lo que dice el libreto, sino lo que ordena el corazón. ¡Y por eso hay que ser muy valiente y tener una gran confianza en esa voz que late allí para despertar al líder espiritual que todos llevamos dentro!

¡Hacia adentro amigos! La historia es personal, el escenario es diferente para cada uno. Reconozcan a los líderes espirituales y agradezcan a la vida que estén allí, ellos no necesariamente tienen un plan pero saben lo que tienen que hacer para servir al Plan del Universo, ellos nos iluminan aunque su película sea contradictoria con la nuestra.

Aprender a reconocerlos es un maravilloso ejercicio, porque cuando lo hagamos estaremos descubriendo nuestra propia sinfonía. Habremos sintonizado con la frecuencia donde ya no es necesario saber el guión para salir confiados al escenario y representar el papel que nos será dado recién justo en ese momento.

¡Un líder espiritual se deja utilizar por la divinidad sin preguntar porqué! ¡Y eso es dicha, liberación, éxtasis!

La batalla de unos es tan necesaria como la oración de otros. Alguien va a sembrar para que otro coseche. Otros van a destruir para que aquellos puedan construir. No perdamos nuestro tiempo juzgando si lo que el otro hace es "elevado" o "responde a la vieja energía", todo eso son pamplinas que satisfacen al pequeño ego... ¡Destrúyanlo sin piedad si creen que es la hora de fundirse en la Suprema Inteligencia del Universo y vean como la creación fluye sin que nosotros hagamos nada!

Liderazgo Espiritual es hacer lo correcto, es actuar con integridad buscando la referencia interna, es vivir en ausencia de especulación.

Liderazgo Espiritual, no es un aprendizaje, ni una creencia, ni una nueva verdad a la que aferrarnos, es una manifestación poderosa de la INTELIGENCIA pura.

¡Qué todos los seres amanezcan despiertos!

Pablo de la Iglesia

Primeros pasos hacia una alimentación más sana


La mayoría de las personas aún conservan muchos prejuicios, científicamente superados pero que persisten a fuerza de ser repetidos. Hay mucha gente, entre ella profesionales de la salud, que sostienen con absoluto convencimiento que la carne o los lácteos constituyen factores esenciales de nuestra dieta. Claro que es posible contemplar una dieta aceptable con algo de carne o lácteos, pero es imperativo superar la creencia que nos lleva a comerlos compulsivamente, aún en contra de nuestros gustos, porque pensamos que sin ellos corremos el riesgo de enfermar.

Más allá de este punto, hay que dirigir nuestra atención al hecho de que las carnes y los lácteos provienen de granjas industriales donde los animales están en condiciones muy malas para expresar su naturaleza gregaria y social. Suelen crecer en espacios reducidos, bajo condiciones de profilaxis que alcanzan el mínimo aceptable de sanidad pero que requiere el uso de antibióticos. Ellos, junto otras sustancias tóxicas, en mayor o menor medida pasarán a formar parte del ciclo vital del consumidor.

Otro problema, por citar uno muy notable, es el uso de hormonas como la rBGH, cuyo propósito es que las vacas produzcan más leche a costa de problemas de salud en el animal y en los que consumen sus derivados.

La Somatotropina bovina (BST o BGH) es naturalmente producida por las vacas y la rBGH es la versión patentada y genéticamente modificada, que se ha extendido en la ganadería industrial y cuyo fin es el aumento de la producción sin contemplar las consecuencias.

Lo mismo podríamos decir de los huevos y la carne de pollo, salvo que sean de producción orgánica. El sufrimiento de las aves para producir en condiciones inaceptables hace obligatorio el uso intensivo de medicamentos para mantener la sanidad, por lo que su valor nutricional llega a nosotros muy degradado.

Con lo cual, además de desmitificar su carácter esencial, es importante comprender que lo que nuestros abuelos llamaban carne o leche difiere mucho de lo que nos ofrece el mercado actual como tales. Hoy la producción de alimentos está orientada a multiplicar el dinero, la actividad se ha vuelto tan especulativa como un casino y se ha perdido de vista el propósito de la agricultura y el rol del consumidor, que ha pasado de ser un fin a un medio.

Otros alimentos de consumo habitual tampoco son la mejor opción para nuestra salud, aunque a fuerza de convivir cotidianamente con ellos los consideremos “normales”: las pastas, los productos de panadería, los enlatados, son alimentos que, por un lado están vacíos de nutrientes y potencial vital y, por otro, vienen cargados de conservantes, colorantes y otros aditivos que son nocivos o al menos cuestionables.

Si a esto le sumamos el exceso de grasas, azúcar o sal, nos damos cuenta que la alimentación actual es una fórmula perfecta que nos acerca al cáncer, las alergias, las cardiopatías y la intoxicación crónica. Ahora bien, esta es una madeja que se ha enredado pero con el conocimiento adecuado podemos volver a desenredarla y hacer que nuestras elecciones de alimentos jueguen a nuestra favor; lo mejor es ver en qué punto nos encontramos y con serenidad empezar a transitar, de a un paso por vez, el camino de retorno.

Los primeros pasos son sencillos y puedes ir incorporando cambios importantes a tu rutina apenas has comenzado tu proceso de transformación alimentaria, mientras asimilas el resto de la información.

Puedes comenzar aumentando la cantidad de frutas y verduras y optar por las variedades integrales de los alimentos que ya consumes, como los cereales integrales en lugar de los refinados. Si consumes lácteos, puedes procurar disminuir su cantidad y escoger las variedades magras. Lo mismo con las aves y las carnes rojas o, mejor aún, no solo reducir su consumo sino optar por los pescados de mar. O, directamente, nada de carnes.

Hay otros cambios que se harán más fáciles si te unes a personas que lo están intentando y de esta manera, juntos, organizar clases de cocina, celebrar comidas donde los ingredientes son saludables y de producción local, fomentar una huerta en el barrio, la escuela, la iglesia o en la casa de alguien que disponga espacio.

Es importante comprender que la salud, y la alimentación como asignatura de ella, es un proceso individual y social a la vez; el cuidado personal tiene un límite marcado por el medio ambiente donde nos desenvolvemos. Si vivimos en un ambiente urbano, el crecimiento desordenado, la contaminación, la velocidad y el ruido conllevan diferentes formas de estrés a nuestro organismo que, antes o después, reclamará atención; por este motivo consideramos vital implicarse con otros vecinos en la transformación integral de nuestras comunidades.
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Con esta visión introductoria, podemos empezar a planificar rápidamente nuestro primer paso hacia una alimentación más sencilla, fresca, saludable e integral. Luego vendrán los siguientes en un camino de crecimiento y profundización permanente.

Fuente: "Puesta a Punto" (Urano),  de Patricia Robiano y Pablo de la Igleia
En Argentina, adquiérelo en librerías o por correo a través de TEMATIKA
En España, en formato digital en Casa del Libro
En México, en formato digital, en Amabook 

QUINOA, el súper alimento de Los Andes

Puedes ver una versión actualizada de este artículo en 

Unas verduritas a gusto ligeramente salteadas, una porción de quinoa, coronamos con un huevito ecológico de unas gallinitas felices que cuida con mucho amor una amiga consciente, por supuesto, todo acompañado por una buena ración de ensalada -nunca menor al 50%- ¡Y ya tenemos un plato saludable repleto de Medicalimentos y Vitanutrientes que llevan a la mesa Tu Mejor Medicina! No pueden faltar en un buen programa de Puesta a punto o si te haz sumado a nuestro llamado de liberación que reza Detené la diabetes.

Hay un reencantamiento de la naturaleza qué como tendencia se ha ido profundizando y la gente busca alimentarse más sanamente. Hay quienes lo hacen procurando reducir o eliminar el consumo excesivo de carnes, lácteos, azúcar o sustancias artificiales; sin embargo, hay grupos crecientes que buscan volver a los alimentos producidos de manera artesanal, respetando los tiempos naturales, de manera orgánica... Y la quinoa, además de tener aún ese status exótico que tanto atrae, es un alimento que aún no es producido en grandes escalas de monocultivo, no ha sufrido hibridaciones o modificaciones genéticas y, con algo de suerte, lo conseguimos sin la excesiva carga de los agroquímicos que hoy tanto se usan en la producción agropecuaria.

¡Todos podemos consumir quinoa! Incluso los bebés. Siempre recomiendo, por precaución adicional, que al menos los primeros cereales que le damos a los bebes a partir de los seis meses, sean sin gluten; por su fácil deglución y digestión, la quinoa es ideal. Hasta el año y medio, un bebé naturista crece de maravillas con la leche materna, frutas, vegetales, cereales sin gluten (quinoa y amaranto en primer lugar, arroz, maíz, mijo complementando), frutos secos activados y algo de legumbres; por supuesto, presentándolos mejor en crudo o cocidos al vapor en forma de papillas, rayados, leches vegetales, caldos y sopas. ¡Eso es una forma maravillosa de empezar a transitar la vida y asegurarnos una buena salud en el futuro!

Aunque técnicamente no lo es, por razones prácticas lo asimilamos a un cereal y, a diferencia de estos, tiene una carga proteica mayor; esto lo vuelve más equilibrado para ayudarnos a mantener los niveles de azúcar en la sangre, bajar de peso, controlar la diabetes, etc. Es rica en vitaminas del complejo B, C y E y brinda un interesante aporte de calcio y magnesio. La palabra que podría describir a la quinoa es “equilibrio” y esa es la razón por la cual la NASA se ha fijado en ella como uno de los alimentos ideales para los viajes espaciales.

Salvo alguna alergia puntual a la quinoa o a alguno de sus componentes, no presenta inconvenientes en su consumo y su digestibilidad es óptima. Lo que si es muy importante enjuagarla bien varias veces antes de cocinarla para sacarle su cubierta natural de saponinas que, efectivamente, resultan irritantes. Por lo demás, consumir quinoa suele ser una experiencia verdaderamente liviana y placentera para el cuerpo.

Mucha gente me pregunta si la quinoa puede reemplazar a la carne. Personalmente no considero que haya algún alimento tan importante que necesite ser reemplazado por otro. Nosotros debemos procurarnos una dieta equilibrada, con variedad de grupos alimentarios y de diferentes colores. Incorporando frutas, verduras y frutos secos como núcleo fundamental de nuestra alimentación y complementando con cereales, legumbres y algas, nuestra dieta tendrá lo necesario. Eso si, si hemos optado por el vegetarianismo y echamos de menos las hamburguesas, ¡las de quinoa son deliciosas! Si incorporamos algunos alimentos de origen animal, es preferible el pescado de mar y el huevo -especialmente aquellos que no son producidos en piscifactorías o granjas industriales- y en cantidades moderadas. Luego, si también consumimos carnes rojas y lácteos, los cuales son más controvertidos, mejor que sea en cantidades muy pequeñas y de forma ocasional.

La quinoa es una planta de la familia de las quenopodiáceas, al igual que las espinacas. Se suele observar que sus hojas son ricas en oxalatos que podría favorecer la formación de cálculos renales, pero no es un dato de importancia salvo que tengamos historial previo con esta condición; en el marco de una alimentación que incluye preferentemente alimentos vegetales y saludables, las hojas de quinoa cocidas al vapor y conformando rellenos de tartas, ensaladas, etc., le aportan sabor, variedad y nutrición a nuestra dieta.

Personalmente descubrí la quinoa hace muchos años, no recuerdo si en Argentina o en España, pero era un alimento que no entraba en la órbita de casi nadie, ni siquiera de las personas orientadas por el naturismo. A mi realmente, la quinoa me gusta sencilla, con aceite de oliva virgen, levadura dietética y un poquito de spirulina, ¡me fascina! Pero es un alimento muy versátil, se pueden hacer postres, galletitas, guisos, rellenos...

Un dato importante: hoy hay mucha gente que, por diferentes razones, procura evitar o reducir el gluten en su alimentación: ¡la quinoa es un gran aliado para ello!

Receta saludable con Quinoa

::: Porridge de quinoa y manzana :::

Ingredientes:
- 50 g de quinoa
- 1 taza de leche de almendras
- 1 ½ taza de agua
- Esencia de vainilla (opcional)
- 1 cucharada de miel
- 1 manzana troceada

Preparación: lavar la quinoa en un colador y dejándola bajo el chorro del agua hasta que esté libre de saponina, es decir hasta que el agua salga clara y sin espuma.

Cocinar la quinoa , lo cual dura alrededor de veinte minutos; en el momento en que empieza a tomar calor le agregamos la miel. Remover y cuando las semillas de quinoa dupliquen su tamaño y suelten como unos pelitos, la probamos para verificar que está lista.

En este momento, sin dejar de revolver para evitar que se pegue, vertimos la leche de almendras aromatizada con la esencia de vainilla; apagamos el fuego e incorporamos la manzana troceada mezclando bien. Dejamos reposar unos minutos ¡y a gozar!

Pablo de la Iglesia

Las toxinas como causa primaria del malestar

La Medicina Natural es muy sencilla en sus enunciados básicos, y al compararlos con los complejos enunciados de los enfoques alopáticos, muchos confunden esta simplicidad con un pobre potencial de la misma y así terminan despreciándola; sin embargo, y gracias a las evidencias surgidas de las más prestigiosas Universidades y de documentos presentados por distintos gobiernos del mundo, hoy sabemos que detrás de todos esos sencillos enunciados fácilmente comprensibles para cualquiera, hay un consistente fundamento que hoy es fácil avalar con lo mejor de la ciencia independiente.

Para la Medicina Natural el origen de las enfermedades es precursado necesariamente por un organismo que no está en condiciones de defenderse de los agentes patógenos; esta debilidad orgánica se fundamenta en la carencia de nutrientes y en un exceso de sustancias tóxicas en el mismo.

La acumulación de toxinas es un hecho completamente despreciado por la medicina convencional; mientras que un naturópata lo primero que va a preguntarle a sus pacientes es si mueve el intestino a diario, el profesional de la alopatía puede no tener ninguna referencia a este hecho en una historia clínica forjada en décadas de relación con un individuo.

Para colmo de males, muchas de las llamadas enfermedades no son más que reacciones del cuerpo por deshacerse de estas toxinas; la mayoría de las molestias, dolores, fiebres, diarreas, no son otra cosa que mecanismos saludables que tienden a purificar el organismo y a las cuales se responde rápidamente con antibióticos, antiinflamatorios y otras drogas que suprimen los síntomas y con ellos la respuesta curativa en ciernes.

Para cualquiera es evidente que cualquier tratamiento supresor de síntomas y que no aborde la causa real de los mismos con una dieta atóxica y nutritiva, es el equivalente a poner un parche o barrer la tierra bajo la alfombra.

Cortar una fiebre, detener una diarrea o una tos, suprimir un dolor sin ayudar al cuerpo a limpiarse,
son actos que contradicen la salud.

Christopher Vasey
Autor del libro “Comprender las Enfermedades Graves”

Desde la perspectiva naturista, los microorganismos son huéspedes que conviven en armonía con nuestro cuerpo hasta que este se ve debilitado por la intoxicación del mismo; por esta razón debemos dejarlos de ver como los causantes primeros de la enfermedad y focalizarnos en un plan detox para depurar nuestros tejidos.

Pablo de la Iglesia

Fuente"Estimula Tu Inmunidad Natural" (Ediciones Kepler)

Cardo Mariano, el mejor amigo del hígado


Latín: Sylibum Marianum
Castellano: cardo mariano, cardo lechal, cardo pinto
Gallego y portugués: cardo de Santa María, cardo leiteiro
Catalán: card marià
Vasco: Maria’ ren kardia

Siempre es un buen momento para ponerse a pensar en la importancia que tiene el hígado para nuestra salud y estado de bienestar.

Comenzamos el día con una ducha donde los vapores del cloro comienzan a disparar desde tempranito la escalada de radicales libres; y no mencionemos los restos de metales pesados, medicamentos y otros contaminantes presentes en el agua corriente.

Un buen desayuno nos puede deleitar con unas tostadas con margarina y mermelada comercial, un café con leche con mucho azúcar... y corriendo a la oficina; nutrientes lo que se dice nutrientes, más bien poco o nada, eso sí, más vale que nuestro hígado esté en forma.

Otra vez te sientes molesto por esa alergia que un especialista te ha dicho que es al polen y otro al polvo; sin embargo, como en la gran mayoría de los casos, no sospechas que esa alergia seguramente tiene una causa más universal: los contaminantes derivados de la combustión de la gasolina.

Tal vez no seamos conscientes de ello, pero muchos de los artefactos que nos traen comodidad están poniendo en riesgo continuo nuestra salud, y como es prácticamente imposible deshacerse de ellos, tenemos que buscar la forma de sobrevivir con el menor efecto negativo para nuestro equilibrio orgánico. Para lograrlo, la mejor estrategia (si no podemos irnos a vivir a una isla desierta y comer lo que nos da la naturaleza) será hacernos amigos de nuestro hígado y ayudarle a funcionar lo mejor posible.

El hígado no descansa y dependemos de él para eliminar bacterias, virus, parásitos, colorantes, pesticidas, medicamentos y un sinfín de porquerías que nos invaden segundo a segundo. Cuando esta agresión se magnifica por nuestro erróneo estilo de vida, comienzan las manifestaciones de nuestro estado de toxemia en forma de acné, picores, sarpullidos, dolores de todo tipo, problemas digestivos, cansancio y enfermedades "a la carta".

Si a esta altura ya has llegado al convencimiento de que el hígado necesita ayuda encontrarás en el Cardo mariano (Silybum marianum), también conocido como Cardo lechoso, al mejor amigo que este órgano pueda tener; las semillas de esta planta protegen, estimulan e incluso fomentan la regeneración del tejido hepático.

Desde el punto de vista de la medicina biológica, los naturópatas solemos recomendar como base de cualquier tratamiento una profunda desintoxicación previa; no importa la enfermedad que se padezca, con un terreno intoxicado se hará mucho más difícil restaurar un equilibrio saludable, si es que este fuera posible de alguna manera.

Si bien el hígado no es el único órgano encargado de desintoxicar el cuerpo, podemos considerarlo como el gran director de una orquesta compuesta por el intestino, los riñones, los pulmones y la piel.

La silimarina, el principal componente activo del cardo mariano, se utiliza para tratar con éxito hepatitis, cálculos biliares, cirrosis, psoriasis, mononucleosis, fatiga, intoxicación por medicamentos, lupus, entre otras patologías.

Todas las condiciones que afectan al hígado pueden experimentar alivio utilizando sistemáticamente el Cardo Mariano, en cualquier caso, con la cantidad de agresiones que sufre este órgano hoy en día (medicamentos, aditivos químicos en los alimentos industrializados, agrotóxicos, metales pesados, contaminación ambiental, alcohol, drogas ilícitas...), no es necesario que el hígado se enferme para cuidarlo y podemos hacer curas de salud una o dos veces al año.

Las semillas del Cardo Mariano presentan abundancia de silimarina, un componente muy estudiado y cada día más utilizado en la medicina, aunque personalmente me inclino por los efectos del consumo integral de todos los principios presentes en la semilla por encima de los principios aislados.  La silimarina es la suma de ingredientes de la familia de los flavonoides tales como silibina, silidianina y silicristina.

La silimarina actúa como antioxidante, favorece la regeneración hepática, facilita la digestión de grasas e inhibe el ingreso de sustancias tóxicas en las células de este preciado órgano. También, por supuesto, hemos visto muchas veces como ayuda a las personas con hepatitis o con el órgano severamente afectado por hábitos como el alcoholismo, el uso de drogas o la exposición a algún veneno en profesiones como la agricultura o industrias con uso de contaminantes.

Al respecto el Dr. Joseph Pizzurno, fundador de la Universidad de Bastyr, en el estado de Washington (EE.UU.) sostiene:

"El cardo mariano posiblemente sea el agente protector hepático más potente que se conoce. ¡Es tan efectivo, que en experimentos realizados con ratones, si se administra cardo mariano a los pocos minutos de ingerir la mortal Amanita phalloides (un hongo venenoso) la muerte no sólo es evitada, sino que apenas se encuentra daño hepático!" 

Numerosos estudios científicos avalan las propiedades del Cardo Mariano y/o la silimarina, amén de un uso tradicional documentado por más de 2.000 años, avalan su indicación en los siguientes casos:



- hepatitis crónica.
- antioxidante.
- cirrosis alcohólica.
- diversas formas de envenenamiento.
- prevención del daño hepático causado por medicamentos.
- digestiones lentas.
- hígado perezoso o insuficiencia hepática menor.
- cálculos en la vesícula.
- cefaleas y migrañas de origen hepático.
- podría reducir el riesgo de cáncer de mama.
- hay evidencias que podría brindar protección a la integridad renal y aliviar la psoriasis.
- se recomienda en casos de reuma, ciática, artritis y artrosis por la necesidad que hay en estos casos de eliminar toxinas.
- por las mismas razones puede ser útil en los tratamientos contra el sobrepeso.

Aún a dosis elevadas el Cardo Mariano no tiene ningún efecto secundario conocido; en algunos casos se presenta malestar estomacal cuando consumen silimarina,  lo cual se resuelve disminuyendo la dosis y aumentándola gradualmente.

Estudios más recientes contra el cáncer

Otro principio activo, la silibinina, sustancia naturalmente presente en el cardo mariano, es capaz de reducir las metástasis cerebrales de cáncer de pulmón resistentes a la quimioterapia y la radioterapia; a esta conclusión se ha llegado en un estudio del ICO Girona (Instituto Catalán de Oncología) que se ha publicado en la revista Oncotarget en el 2016. Este efecto antitumoral de la silibinina se había observado en modelos celulares y animales, pero es la primera vez en el mundo que se reporta su utilidad en humanos con cáncer.

El estudio ha demostrado que un suplemento oral que contiene silibinina ha reducido las metástasis cerebrales de dos pacientes con cáncer de pulmón avanzado entre un 70 y 85%; ambos habían recibido previamente quimioterapia y radioterapia sin experimentar mejoría. Los investigadores esperan que podría ser efectivo en metástasis cerebrales de otros cánceres (mama o melanoma, por ejemplo) y en tumores cerebrales primarios como el glioblastoma multiforme.

No es necesario esperar nuevas investigaciones, realmente siendo el cardo mariano inocuo y con tan buenas propiedades, no hay razón para que -al menos quienes padecen las variedades de cáncer mencionados, no consuman el cardo mariano en las dosis sugeridas más adelante o las indicadas por un profesional.

Forma de Uso

La infusión de Cardo Mariano no es la forma más efectiva de obtener un beneficio de estas semillas puesto que la silimarina es un principio activo que no solubiliza bien en el agua, por lo tanto se suele recomendar en cápsulas, comprimidos y extracto, según la indicación del fabricante.

Infusión: se utiliza una cucharada de postre de semillas machacadas por taza de agua hirviendo y se deja reposar veinte minutos.

Polvo: es la mejor forma de aprovechar los principios activos del Cardo Mariano y se puede elaborar en forma casera utilizando un molinillo de café. Se consume 1 gramo tres veces al día.

Tintura: habitualmente se recomienda treinta gotas tres veces al día.

Pablo de la Iglesia

Las enfermedades que nos están matando y su prevención


¿Cuales son las enfermedades que más vidas se cobran en la actualidad?

* Diabetes
* Enfermedades cardiovasculares e hipertensión
* Cáncer
* Obesidad

Y también es necesario agregar que la mala praxis médica también es un factor de riesgo muy elevado asociado a la enfermedad y la muerte; naturalmente, en una sociedad medicalizada en exceso, este índice se reduciría significativamente si las cuatro causas señaladas se pudieran prevenir y el médico tuviera más tiempo para educar en salud, la cual es la función genuina de esta profesión.

¿Y cual es la principal causa por la que las padecemos en tan gran medida?

Uno podría pensar que es una desgracia que nos llovió del cielo, o culpar a la genética ahora que tanto se habla de ella o simplemente que las cosas siempre han sido así y no queda otra que echar mano a un medicamento para curarnos.

Pero la realidad, absolutamente incuestionable miremos por donde miremos el asunto, que el principal factor de riesgo en todos los casos es lo que comemos y la forma en que producimos los alimentos.

¿Y cual sería la mejor estrategia conocida para revertir esta situación y mejorar la salud de la humanidad?

Aquí tampoco hay dudas, sin embargo no se enfatiza en ello cuando asistimos a la consulta del médico; la manera más efectiva de revertir este patrón epidemiológico es cambiar nuestro estilo de vida empezando por los alimentos.

La mejor estrategia es eliminar, o al menos reducir todo lo posible, los alimentos industrializados que se presentan refinados y llenos de aditivos conservantes, colorantes y saborizantes, por frutas y verduras frescas, semillas vivas, cereales integrales, legumbres, algas...

Y si aún consumimos alimentos de origen animal, preferir el pescado de mar -evitar los de piscifactorías- y algún huevo verdaderamente campero, la carne roja y el pollo -nunca de feedlots o gallineros industriales- con la mayor moderación.

A ello le sumamos una buena hidratación, actividad física, control de estrés... Y realmente no hay ninguna estrategia sanitaria que pueda contribuir tanto a prevenir las enfermedades que nos están matando y brindarnos calidad de vida.

Pablo de la Iglesia

El fracaso de la medicina moderna

A muchos lectores les llamará la atención el título de este artículo dado que contradice todo lo que vemos y escuchamos en la propaganda oficial acerca de los logros de la ciencia médica y toda la tecnología puesta a su servicio; sin embargo un análisis lúcido y objetivo nos permite ver que todo esto es una burda manipulación para sostener el más grande fraude social de toda la historia y que ha conducido a la mayor parte de la humanidad a alejarse de las mínimas normas fisiológicas que permiten gozar de una buena calidad de vida.

Pongamos como ejemplo el cáncer. Se nos dice que gracias a los nuevos tratamientos la gente está viviendo más, lo cual es una gran mentira; hay que reconocer que se ha avanzado en cuanto a métodos de diagnóstico tempranos, ¡y ello nos conduce directamente a que la gente está viviendo más en relación al momento en que fue diagnosticada de cáncer! Podemos afirmar que está viviendo peor, más asustada, más dependiente del sistema y con menos posibilidades de disfrutar la vida cuando está enferma. El sistema se ha metido tanto en nuestras vidas que vivimos y pensamos como enfermos las 24 horas, cuando en realidad hay enfermedades, que independientemente de si se pueden curar o no, si son mortales o no, nos dejan un margen amplio para gozar y disfrutar si no nos hubieran infectado con una invalidante hipocondría social que se alimenta del miedo y pone el acento en un dramatismo exagerado.

Con el SIDA ha pasado lo mismo. En los inicios de esta enfermedad la gente moría como mosquitos y todo el mundo estaba aterrorizado ante la idea de contraer el virus VIH; con el tiempo se verificó que el AZT, nombre del medicamento entonces utilizado, era una droga que terminaría matando a cualquiera y no solo a los enfermos de SIDA. Hoy día se pregonan otros tratamientos como más eficaces y por suerte la sobrevida de estos pacientes es muy larga en muchos casos; lo que se nos escapa es que en realidad se vive más y mejor con SIDA porque los medicamentos que se administran no son tan tóxicos como antes. El SIDA es un triste ejemplo de cómo muchos tratamientos tan sólo han empeorado la situación de la gente.

EE. UU. es el país que más gasta en medicina y sin embargo los resultados no son muy alentadores; en el año 1950 estaba en el octavo puesto en relación a las expectativas de vida y en el año noventa había caído a un humilde decimoctavo por detrás de países como Japón, España, Grecia, Canadá o Inglaterra; menciono estos países porque vale la pena comparar que mientras que EE. UU. gastaba en 1990 el 12% de su presupuesto en salud, Canadá e Inglaterra lo hacían en torno al 6%. En el caso de Japón gastaba menos de la mitad y la expectativa de vida era de cuatro años más en los hombres y tres en las mujeres; vale la pena destacar que los japoneses no reniegan de la tecnología pero están cercanos a un sistema de vida más tradicional.

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Si lo que usted desea en mantenerse sano y fuerte,
permanezca todo lo alejado que pueda del sistema médico.

Dr. Michael Colgan

autor del libro “La Nueva Nutrición”
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Está claro que después de la Segunda Guerra Mundial, los médicos americanos perdieron el control de la medicina en manos de los empresarios que la transformaron en un negocio pensado para obtener utilidades en lugar de avocarse de lleno a la noble misión de salvar vidas; lamentablemente, y a pesar de que EE. UU. nos sirve como ejemplo por lo grosero de la evidencia, este problema se generaliza en el mundo entero, aún en los países más pobres donde sus magros presupuestos se despilfarran en  sostener un sistema que, en el mejor de los casos, no es más efectivo que los métodos de salud de la medicina tradicional.

Pablo de la Iglesia

Fuente"Estimula Tu Inmunidad Natural" (Ediciones Kepler)