La presencia de vitamina C, provitamina A, licopeno y glutatión, lo califican como un aliado para prevenir y combatir el cáncer, en especial las variedades de próstata, pulmón, estómago, vejiga, mama y cuello del útero.
Diferentes trabajos de investigación realizados en los últimos años han verificado que el consumo consistente de tomate es eficaz para prevenir el cáncer y de manera muy eficaz el de próstata.
Aparentemente la sustancia que posibilita esta protección adicional es el licopeno, antioxidante de amplio espectro; en cualquier caso este fruto tiene otros nutrientes valiosos y ya mencionados que sinergizan con esta sustancia.
Los investigadores sugieren que consumir cinco porciones semanales de alimentos basados en tomate es suficiente para brindar protección; estos pueden ser en crudo o cocido, de hecho la biodisponibilidad del licopeno es mayor en sopas o salsas cuando el fruto ha sido cocinado. En cualquier caso, un mix entre crudo y cocido nos permite acceder a todo el espectro de principios activos valiosos del tomate. Valoramos mucho los alimentos crudos, pero aún más el equilibrio, la razonabilidad y el sentido común, ¿ok?
Pablo de la Iglesia