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¿Vegetales? ¡Diez raciones al día!

En la actualidad, la OMS recomienda 5 raciones de frutas y hortalizas diarias, sin embargo un nuevos estudio del Imperial College de Londres concluye que duplicar esa cantidad sería mucho más efectivo en la prevención de enfermedades; se ha calculado que, si esto se lograra, se prevendrían 8 millones de muertes prematuras al año.

Sin lugar a dudas, más allá de cual sea nuestro estilo de vida alimentario, vegetarianizar la dieta incorporando más vegetales -con preferencia de crudos-, menos alimentos de origen animal y evitando la manufactura industrial refinada, nuestra salud y la del planeta dirían ¡¡¡gracias!!!


De acuerdo a un artículo publicado en la revista CuerpoMente en Julio del 2017, el consumo de 800 g al día, permitiría reducir hasta un 24% la enfermedad cardíaca, 33% el infarto, 28% la enfermedad cardiovascular y 13% el cáncer.

Entre las frutas y hortalizas se destacan como beneficiosas las peras, las manzanas, las verduras de hojas verdes, las hortalizas amarillas y anaranjadas y las coles; por supuesto, como siempre afirmamos, mejor si son de cultivo orgánico y diversificamos su consumo.

Una alimentación vegetarianizada, que no necesariamente tiene que excluir los alimentos de origen animal pero si reducirlos en relación a los consumos habituales, aporta los mayores beneficios de sus principios activos antioxidantes, antiinflamatorios, prebióticos y, si las consumimos en crudo, enzimáticos.

No es tan difícil aumentar de manera saludable la cantidad de frutas y verduras. Los higienistas recomiendan comenzar el día comiendo fruta, como es sabido, con el estómago vacío esta se digiere y metaboliza mucho mejor. Podemos repetir con una o dos porciones de fruta por la tarde, que pueden ser enteras, en un batido o una macedonia. Si a este le agregamos una ensalada de vegetales crujientes en el almuerzo y la cena, asegurándonos que esta constituya el 50% de nuestra comida, ¡lo lograremos fácilmente! Agreguemos porciones de frutos oleaginosos como las nueces o las almendras, cereales integrales y legumbres, y ya habremos vegetarianizado fuertemente nuestra alimentación. Podemos consumir carnes, huevos o lácteos fermentados de buena calidad en pequeñas cantidades y no tendremos inconvenientes en alcanzar un equilibrio nutricional razonable con la moderación y el sentido común como guías.